viernes, 6 de agosto de 2010

La casa por barrer


Jugábamos partidas de ajedrez con chupitos como peones,
y matando chupitos creíamos que íbamos matando la soledad del otro.
Montábamos carreras en los pasillos de casa desnudos,
pasillo arriba pasillo abajo
se nos pasaban las horas.
Sustituíamos los besos de buenas noches por afters.
Hacíamos como que cuando pensábamos que éramos.

Nunca acabábamos de fumarnos un cigarro
porque enseguida empezábamos a besarnos.

Éramos incapaces de ver una película entera
porque siempre acababas penetrándome.

No dormíamos más de dos horas seguidas
porque tus abrazos no me dejaban respirar y me despertaba.
Nos hacíamos moratones uno al otro
y nos sentíamos orgullosos porque creíamos que aquello era una buena forma de dejar huella.
Nos decíamos poemas ajenos al oído porque pensábamos que era lo que tocaba decirse.

Yo te cortaba el pelo con los dientes y tu trenzabas el mío con los pies creyendo que éramos los únicos que lo hacían.
Llenábamos la casa de restos de comida
porque nos la tirábamos uno al otro
como juego introductorio de algo que no necesitaba introducción.
Tu me llamabas y yo iba,
yo gritaba tu nombre
y tu te girabas.

Escupirnos era nuestro gesto de amor.
Nos duchábamos con las sobras del vino
creyendo que era lo mejor para nuestra piel y que el deseo aumentaría,
pero lo único que conseguíamos era seguir no pensando.
Acabábamos con agujetas de bucear entre nuestras piernas.
Cantábamos, bailábamos y gritábamos como posesos
porque pensábamos que era la mejor forma de exprimir el presente.
Nos encerrábamos en casa pensando que era nuestra mejor guarida y lo único que ocurría era que el tiempo pasaba.
Nos masturbábamos uno enfrente del otro como signo de confianza.
Hacíamos planes de vida al aire,
aunque mientras los dictábamos ni nos dábamos cuenta de que nunca ocurrirían interrumpiendo el dictado con la boca de alguno de los dos.
Creíamos uno del otro que éramos como debiamos ser y no existía nada mejor que aquello.
No necesitábamos a nadie más,
creíamos que no necesitábamos nada más.

Nos prometíamos promesas que no sabíamos realmente qué significaban.
Éramos los reyes de un mundo de sábanas lleno de esperma seco,
y así creíamos que nuestro reino sería imperecedero.
Algo se derrumbaba por dentro pero creíamos que era la viga del porche.
Nuestras conversaciones eran jadeos, creyendo que era el idioma con el que más se comunicaba aunque no entendíamos ni j.
Nos reíamos hasta perder el sentido y creíamos que la felicidad debía ser aquello.

Y en todo ese creer se nos olvidó querernos.
Desaparecimos dejándonos la casa por barrer y las ventanas abiertas.


Texto:Gloria March
Foto:Francesca Woodman

5 comentarios:

Kurloi dijo...

Se nos olvidan muchas cosas cuando vives en una borrachera permanente de jadeos.

Maravilloso texto mi querida Jolglorio. Usted siempre jugando a tejer emociones y que bonitos vestidos le quedan.

Anónimo dijo...

preçiós cariñet.

Demasiado sentimental dijo...

Mencanta tus textos siempre me acaban emocionando. :)

Anónimo dijo...

It cаn be eхplοіtеԁ to facіlitate сombat get down ρlunκ fοг ρаin sensаtion as
consideгably as the fact thаt іt's one of many TENS units useable on the marketplace for it has continued to maturate. Thither's no gettіng
аbout thе fact thаt іt's one of many TENS units useable on the grocery, but the Aurawave delivers.

Anónimo dijo...

According to v2 cіgѕ eѵаluation
you can simply checκ on net about electronic cіgarette brаnds.



Here iѕ my web-sitе - prnewswire.com