lunes, 16 de enero de 2012

NoWhereLand



A 10.000 km de cualquier lugar
es donde se encuentra NoWhereLand.
ELLA entró por equivocación,
se puso a plantar cipreses
creyendo diseñar un nuevo jardín,
y acabó creando un laberinto
con ELLA en el centro.
Lo de ÉL fue a raíz de un portazo,
que lo transportó a un lugar de destierro continuo.

A ELLA se le atragantó París,
ÉL discutió por última vez en Londres.

No ven el miedo,
cuando es lo único en común
que les ha llevado a este país.

ELLA pasa los días
escribiendo sobre hombres ficticios,
y en sus canciones habla de diablos inventados.
Hace tantos conciertos en solitario
que llega a creer que esos diablos son reales.
En su desesperación
manda estas canciones por correo
esperando que alguien las escuche en otro país,
le salve y así le saque de allí,
pero las recibe ÉL
mal interpretándolas como si fueran sudokus.

Siempre amenaza lluvias en NoWhereLand,
pero ninguno de los dos se preocupa de mojarse,
porque ya lo están.

A ÉL nunca le escribieron una canción,
ni siquiera le dedicaron un par de versos en una poesía.
Y siente una lástima rabiosa
de saber que todo podría ser distinto.

ÉL hace malabarismos
para llamar la atención
de no está seguro qué o quién,
pero ELLA no se da ni cuenta.
ÉL lanza mandarinas,
creyendo que así saldrá de allí,
como quien lanza un balón extraviado
a la otra parte del muro
para seguir el juego.
Cada golpe de mandarina
es un mensaje en braille
que ELLA lee
como si de un insulto se tratara,
y así sus pies
huelen a mandarina podrida.

La tristeza les hace más feos,
pero también los aproxima en un país inmenso,
donde las distancias son tan relativas como los besos,
y lo femenino / masculino se intercambia.

Piensan que están solos,
pero en el fondo no se lo acaban de creer.
NoWhereLand puede ser tan amplio,
como uno lo quiera ver.

ELLA deja inconscientemente el lugar
lleno de vasos de agua para que ÉL los beba.
Misteriosamente,
ÉL nunca tiene sed,
y sólo ve extraños senderos
de copas, vasos y jarras de agua caducada.

Por mucho que canten,dancen,
griten o retuerzan su voz,
nadie los oye.
El ruido de los dos es hueco.
Su ruido crea silencio en NoWhereLand,
región donde cualquier palabra
solo está en el pensamiento
traducido en un silencio de redonda
ligado a otro y a otro y a otro...

La pesadumbre de sus andares
a veces se vuelve contra ellos
y les deja sin aire por minutos.
Sus cuerpos intentan matar sus sombras
pero ambos culpan a la atmósfera de NoWhereLand.

ELLA deja notas
diciendo que no hay preocupación alguna,
que el mar no se mudará de ciudad,
y así tranquiliza al zorro que lleva dentro.
ÉL cree que son amenazas de suicidio
de un habitante anterior.

Hasta entonces se creía que NoWhereLand
era país para una sola persona,
pero en realidad allí habitan dos seres
con soledades muy distintas.
Para asegurarse
de que son los únicos habitantes,
ELLA viaja en tren por las laderas
y ÉL coge aviones de esquina a esquina.
Una por tierra, el otro por aire,
nunca  se encuentran,
aunque el país entero está lleno de pistas.
En realidad sólo les separa
un fino bosque de cipreses.

Como aguja en un pajar infinito.

ÉL aprendió una decena de idiomas distintos,
por si se encontraba alguna vez con alguien,
poder entenderse,
pero todas son lenguas erróneas.
Cuanto más se acercan,
más cipreses planta ELLA
entre los límites de las apariencias.

Son unos exhibicionistas
de sus partes menos íntimas,
porque así se sobrevive en NoWhereLand,
donde lo íntimo
es lo único que queda.
Un país donde el tiempo pesa tanto
que las olas del océano se convierten en roca.

En ocasiones creen percibir la existencia del otro,
les parece escuchar el ritmo cardíaco del otro,
pero hay corazones que laten tan bajito
que es como si estuvieran muertos.
Y éste es el caso de los habitantes de NoWhereLand,
donde andan medio mareados,
siempre a punto de desmayarse.
Así que piensan que aquellos tum tum
no son más que alucinaciones
producidas por el sobrepeso de hastío
que les hace quedarse inmóviles,
o por la locura atroz
que rasga los cipreses
con nombres de desconocidos
como muestra de amor.

En NoWhereLand hace años que viven dos,
que se corra la voz,
a ver si se encuentran
antes de que mueran.
Mientras tanto,
ELLA sigue cogiendo trenes,
y ÉL aviones.
¿Quién sabe si al encontrarse,
sabrán verse?

"Welcome to NoWhereLand,
where no one knows to get out"




Texto:Gloria March
Foto:"El mar de NoWhereland" de Gloria March

1 comentario:

Anónimo dijo...

No comprenc pero me agrada lo que transmitís , soletas o busqueda? Bueno no se, pero me agrada , besets