sábado, 28 de enero de 2012

...el mundo al revés...



"Agárrense y no miren atrás, la vida manda"
Fernando Epelde


En el mundo al revés
te meten en medio de guerras
que no has declarado.
Todos la quieren meter
pero nadie la mete bien.

En el mundo al revés
los hombres luchan por no llorar
cuando te dicen que echan de menos a su mujer
y ni ésos merecen ser llamados cobardes.

En el mundo al revés las hostias son tan grandes
que meten el corazón en un tupperwear.
Se quedan en la habitación de detrás de su oreja
y no salen,
y así, impecables y por gastar,
creen dejar sus corazones.

El hombre se avergüenza hasta follando,
es incapaz de mirar a los ojos,
se ruboriza él solo,
porque sabe que se va a perder.
Se mete la conciencia en un búnker,
bien lejos y bien cerrada,
y empezamos a besarnos.
No se da paso al pensamiento
porque enseguida viene el ceño fruncido,
no existe el bien o el mal,
si no el ¿qué coño queremos?
¿qué coño quieres?¿el mío o el de ella?
Somos incapaces de mirarnos a los ojos,
porque sabemos que nos vamos a perder...
y aunque mi pelo lo enmascara todo,
las rendijas que se abren nos dan miedo...
un miedo de temblar.

Llámalo café con leche o cortado...
¿que da miedo un café con leche?
pues llamémoslo café cortado, bombón,
café con hielo,
o incluso un solo,
un carajillo...qué se yo...
pero lo que está claro
es que todos queremos beber café,
para aguantar en el mundo al revés.

Los primeros de mes,
sin tenerle cerca,
me doy cuenta,
sin tenerle cerca,
lo bien que me encontraba
teniéndole cerca.
En el mundo al revés
no me acepto como animal de compañía
no sé cual será su desgracia,
pero conmigo no la va a compartir.
No me quiero como animal de compañía,
así que usted verá...

En el mundo al revés
me dejo caer al suelo
para ver quién viene a recogerme.
Estadísticas de hombres con novia
que te meten la lengua
pero no la polla.

Aquí no sé coger,
yo agarro y desgarro.
Aquí no beso,
yo muerdo.
No ando,
voy a zancadas.
No como,
engullo o no pego bocado.
Yo no giro,
yo me doy con todas las esquinas en el codo.
No toco,
enervo los nervios de mis dedos hasta paralizarme.
No duermo,
pernocto.

En el mundo al revés soy la desbragada
con la cabeza bien alta
y hacia Europa.
Voy hacía ti
y tu no sabes ni donde estás.

En el mundo al revés
no se susurra amor a la oreja
porque lo único que se hace es violar
lo poco bueno que queda.
La mujer no entiende el vacío
de un punto y a parte,
vive rodeada de comas
y puntos suspensivos.

Las convulsiones del estómago dicen
que ésto no acabará con una palmada en la espalda,
tampoco con platos rotos,
va a ser una canción que nunca se ha tocado
pero llevas en la cabeza mucho tiempo.

No existen hipotecas que pagar,
no hay que llegar pronto a casa,
no hay cenas familiares ajenas,
no hay que subir el ánimo por las noches a nadie,
no hay colcha compartida
ni pelea de posturas a la hora de dormir.
No hay compras en conjunto,
ni conversaciones absurdas en la comida
para ir matando el tiempo...
no hay nada de éso....
está lo que ha tocado...
sin jugar a ninguna lotería,
sin buscarlo ni esperarlo...
viene lo que viene.

La vida nunca es justa ni acertada,
y quien diga lo contrario
es que no sabe lo que es vivir.

En el mundo al revés los viernes se va a dormir pronto,
cuando todos salen
y el vicio corre a zancadas,
yo duermo
porque tengo cita a las 6 de la madrugada.
La Gloria no es ésto,
pero a veces baja con una cuerda fina al infierno
para saludarle.
En el mundo al revés el tiempo
es una mezcolanza de éxtasis Y tristeza
a compás de 2 por 2
y kilómetros de inquietud.
La vida se convierte en una angustia
que sale del coño
y la matamos a mordiscos ansiolíticos
en un cuarto de baño.

En el mundo al revés no se muere,
el día a día es una noche
llena de sangre que no corre
coagulada con su saliva rancia.

En el mundo al revés el amor
se ha convertido en una forma de respirar bizarra
donde las inspiraciones
vienen marcadas por sus mentiras
y las espiraciones
por mi dejadez.

En el mundo al revés se ha sustituido la comida
por cigarros,
y con esta delgadez de humo
viramos por las calles.
Tus frustaciones te van a salir por los poros
así que mejor que te pegues una ducha
antes de que vuelvas.
La inocencia se convierte en indecencia
y no se perdona el más mínimo detalle.
Aquí no sirven de nada ojos tiernos,
aquí hay sierras y dientes puntiagudos.

En el mundo al revés lo más parecido al cielo
es una penetración sin esperma.
Las muelas están llenas de agujeros
y no existen los dientes enteros.

En el mundo al revés cuesta menos abrirse de piernas
que abrir las puertas de mi casa.
La confianza se tira por el suelo de un bar
y se mezcla con servilletas arrugadas,
huesos de aceitunas y escupitajos.
Se le puede echar la culpa al whisky,
a los Mi con distorsión
o al túnel que hay entre sus ojos y los míos,
pero en su olvido
hay una habitación con mi nombre.

En el mundo al revés la única que está a la altura
es la muerte
y nadie habla de ella
para hacer como si no existiera.

En el mundo al revés no se folla por venganza
ni siquiera por despecho,
se folla a tropiezos y por accidente.
Los despropósitos se desarrollan por sorpresa,
pero tienen coordenadas detalladas.

En el mundo al revés eres
el mueble que no sabes en que esquina poner
la cómoda incómoda,
mujer florero
con agujeros que chupar.

En el mundo al revés
no tengo la capacidad de las perras
de escuchar esos pitidos que sólo ellas escuchan
y diseñar estrategias
para (al menos) evitar golpes.

Cuando vienen a mi,
me dejo querer,
cuando se alejan de mi,
me dejo desquerer.

No sé ser de otra manera,
no sé sentir de otra forma.
Y sé que éso,
me va a matar.

Aquí y en el mundo al revés.

Cada cual para él
y la vida
para quien ella elija.

En el mundo al revés.








Texto:Gloria March
Foto: "El cielo del mundo al revés" de Gloria March

lunes, 16 de enero de 2012

NoWhereLand



A 10.000 km de cualquier lugar
es donde se encuentra NoWhereLand.
ELLA entró por equivocación,
se puso a plantar cipreses
creyendo diseñar un nuevo jardín,
y acabó creando un laberinto
con ELLA en el centro.
Lo de ÉL fue a raíz de un portazo,
que lo transportó a un lugar de destierro continuo.

A ELLA se le atragantó París,
ÉL discutió por última vez en Londres.

No ven el miedo,
cuando es lo único en común
que les ha llevado a este país.

ELLA pasa los días
escribiendo sobre hombres ficticios,
y en sus canciones habla de diablos inventados.
Hace tantos conciertos en solitario
que llega a creer que esos diablos son reales.
En su desesperación
manda estas canciones por correo
esperando que alguien las escuche en otro país,
le salve y así le saque de allí,
pero las recibe ÉL
mal interpretándolas como si fueran sudokus.

Siempre amenaza lluvias en NoWhereLand,
pero ninguno de los dos se preocupa de mojarse,
porque ya lo están.

A ÉL nunca le escribieron una canción,
ni siquiera le dedicaron un par de versos en una poesía.
Y siente una lástima rabiosa
de saber que todo podría ser distinto.

ÉL hace malabarismos
para llamar la atención
de no está seguro qué o quién,
pero ELLA no se da ni cuenta.
ÉL lanza mandarinas,
creyendo que así saldrá de allí,
como quien lanza un balón extraviado
a la otra parte del muro
para seguir el juego.
Cada golpe de mandarina
es un mensaje en braille
que ELLA lee
como si de un insulto se tratara,
y así sus pies
huelen a mandarina podrida.

La tristeza les hace más feos,
pero también los aproxima en un país inmenso,
donde las distancias son tan relativas como los besos,
y lo femenino / masculino se intercambia.

Piensan que están solos,
pero en el fondo no se lo acaban de creer.
NoWhereLand puede ser tan amplio,
como uno lo quiera ver.

ELLA deja inconscientemente el lugar
lleno de vasos de agua para que ÉL los beba.
Misteriosamente,
ÉL nunca tiene sed,
y sólo ve extraños senderos
de copas, vasos y jarras de agua caducada.

Por mucho que canten,dancen,
griten o retuerzan su voz,
nadie los oye.
El ruido de los dos es hueco.
Su ruido crea silencio en NoWhereLand,
región donde cualquier palabra
solo está en el pensamiento
traducido en un silencio de redonda
ligado a otro y a otro y a otro...

La pesadumbre de sus andares
a veces se vuelve contra ellos
y les deja sin aire por minutos.
Sus cuerpos intentan matar sus sombras
pero ambos culpan a la atmósfera de NoWhereLand.

ELLA deja notas
diciendo que no hay preocupación alguna,
que el mar no se mudará de ciudad,
y así tranquiliza al zorro que lleva dentro.
ÉL cree que son amenazas de suicidio
de un habitante anterior.

Hasta entonces se creía que NoWhereLand
era país para una sola persona,
pero en realidad allí habitan dos seres
con soledades muy distintas.
Para asegurarse
de que son los únicos habitantes,
ELLA viaja en tren por las laderas
y ÉL coge aviones de esquina a esquina.
Una por tierra, el otro por aire,
nunca  se encuentran,
aunque el país entero está lleno de pistas.
En realidad sólo les separa
un fino bosque de cipreses.

Como aguja en un pajar infinito.

ÉL aprendió una decena de idiomas distintos,
por si se encontraba alguna vez con alguien,
poder entenderse,
pero todas son lenguas erróneas.
Cuanto más se acercan,
más cipreses planta ELLA
entre los límites de las apariencias.

Son unos exhibicionistas
de sus partes menos íntimas,
porque así se sobrevive en NoWhereLand,
donde lo íntimo
es lo único que queda.
Un país donde el tiempo pesa tanto
que las olas del océano se convierten en roca.

En ocasiones creen percibir la existencia del otro,
les parece escuchar el ritmo cardíaco del otro,
pero hay corazones que laten tan bajito
que es como si estuvieran muertos.
Y éste es el caso de los habitantes de NoWhereLand,
donde andan medio mareados,
siempre a punto de desmayarse.
Así que piensan que aquellos tum tum
no son más que alucinaciones
producidas por el sobrepeso de hastío
que les hace quedarse inmóviles,
o por la locura atroz
que rasga los cipreses
con nombres de desconocidos
como muestra de amor.

En NoWhereLand hace años que viven dos,
que se corra la voz,
a ver si se encuentran
antes de que mueran.
Mientras tanto,
ELLA sigue cogiendo trenes,
y ÉL aviones.
¿Quién sabe si al encontrarse,
sabrán verse?

"Welcome to NoWhereLand,
where no one knows to get out"




Texto:Gloria March
Foto:"El mar de NoWhereland" de Gloria March